Llovía, hacia frió, su cuerpo involuntariamente temblaba a la par de cada gota de diluvio que azotaba a la región, se encontraba postrado en un catre que se encontraba en un apartamento exageradamente elemental, donde solo podíamos encontrar un baño, un catre y un libro. Aquel libro era pues su único legado, lo único por lo que podía mantenerse cuerdo y no morir de aburrimiento, explotado en cada rincón de sus paginas el libro débil se mantenía apenas por una esquina de su empastado , mientras el frotaba sus manos con su cuerpo, el frió comenzaba a entumecer sus extremidades, el , estaba solo, tanto que ni la soledad se dignaba a compartir su prestigiosa presencia con el, estaba abandonado, tanto que el mismo fue quien se abandono. A la par en la que su piel se enfriaba mas y mas, solo puede contener en su mente el recuerdo de aquel teléfono sangrangrante, la ultima imagen que vio al quedar ciego, el ultimo sonido que escucho al quedar sordo, la ultima oración que pronuncio al quedar mudo y la ultima sensación que tubo al arrancarse la piel . el estaba solo, estaba abandonado . Las ventanas se rompieron, la puerta se cayo, el agua de diluvio comenzó a inundar el exageradamente modesto apartamento, el no se precipito, solo se levanto, tomo su legado y dejo que el agua cubriera poco a poco su esencia, hasta caer inerte en la fría sabana que regaba el diluvio, después de eso solo tenia una sensación, aquel teléfono sangrante, que no hacia mas que recordare aquel día en que dejo de vivir, el día que dejo de comunicar, el día que quedo abandonadamente solo.
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